2 de octubre de 2017

Crononutrición: cómo aprovechar el reloj biológico en nuestro favor


Hoy se conoció que el Premio Nobel de Medicina les fue otorgado a tres científicos que estudiaron cómo funciona el reloj biológico. Te contamos brevemente cómo funcionan los ritmos que rigen nuestras hormonas y en definitiva el funcionamiento de nuestro organismo.

La biología de los seres vivos está basada en la estabilidad del medio interno (homeostasis). Para lograrlo los seres vivos tienen mecanismos que van reajustando los parámetros fisiológicos que se van desajustando permanentemente. Estos ajustes ocurren a lo largo de todo el organismo y también a lo largo del tiempo siguiendo secuencias predecibles por ser cícilicas. Uno de los más importantes para la mayoría de las especies es el ciclo luz-oscuridad que en los seres humanos regulariza las funciones de los estados de sueño y vigilia.

La coordinación de los relojes biológicos está dada en la corteza cerebral. La cronobiología es una rama de la biología que estudia las respuestas biológicas del organismo ante los eventos temporales.



Si bien los ritmos circadianos existen en todos los seres vivos, muchos están genéticamente controlados por el relojes propios de cada persona. Encontramos así individuos matutinos –alondras- , vespertinos- búhos- e intermedios que son quienes están sincronizados con las señales ambientales y con reajustes según circunstancias que rodeen al individuo en cada momento.

Las personas con elevados ritmos irregulares en sus patrones de vida, con baja actividad física y poca exposición a la luz solar natural, tienen un mal funcionamiento circadiano. La alteración de los ritmos circadianos llamado cronodisrupción o discronismo , afectan negativamente a la salud y calidad de vida induciendo un envejecimiento acelerado y el empeoramiento de enfermedades basales como la diabetes mellitus entre otras.

Cronobiología y nutrición

Al estudiar la cronobiología aplicada a los procesos metabólicos, se pudo comprobar que los distintos ritmos biológicos determinan actividades tan diversas como la tasa metabólica, la actividad hormonal de la insulina- glucagón, la secreción la de GH (hormona del crecimiento con papel en la utilización de los aminoácidos) o del cortisol y su acción en el metabolismo de los macronutrientes.

Hay descripción también en la modificación según el momento del día de la tolerancia a la glucosa, el movimiento intestinal, la concentración de determinados compuestos como neurotransmisores (serotonina y melatonina ) que regulan no solamente el sueño sino también el ánimo.

Se puede decir que hay un momento óptimo para desempeñar las diversas funciones: comer, hacer la digestión, dormir, crecer, ejecutar tareas de concentración y memorización, etc.

Por lo tanto se sugiere en la primera mitad del día estén presentes los nutrientes energéticos, ya que la actividad de la insulina y la tolerancia a la glucosa se encuentran en la mayor actividad.

Las recomendaciones de desayunar con pan o cereales están justificadas porque responden a la acción fisiológica descrita de óptimo aprovechamiento de los carbohidratos para la obtención de energía. De la misma manera, en el almuerzo se deberían incluir alimentos en forma de carbohidratos complejos (preferentemente en sus versiones integrales) como arroz, pastas, legumbres, pan, papas, batatas, choclos, mandioca.

En el caso de incorporar alimentos proteicos, la sugerencia está en que sean alimentos ricos en Tirosina para permitir que las actividades mentales y físicas estén en su máxima posibilidad. Estos alimentos son: quesos, yogur, leche, huevos, fetas de jamón, lomito o fiambre de pavo, salmón, atún .Si sos vegano podes obtenerla de frijoles (porotos), maní, tofú, almendras, semillas de calabaza, bananas, palta y semillas de sésamo

Para las comidas que ocurran aproximadamente luego de las 17 horas se recomienda que estén presentes en mayor proporción las proteínas ricas en Triptofano para favorecer la síntesis de Serotonina y Melatonina, necesarias para favorecer el buen descanso. Entonces el mayor aporte de carnes (vacunas, cerdo, pescado, huevos, leche) deberá ser en el menú de la cena. Con esto además se trata de optimizar también la función de la hormona de crecimiento para la estimulación del uso de las grasas y su papel anabólico con el objeto de incrementar la masa muscular y la pérdida de la masa grasa corporal.

Otras aplicaciones en desarrollo es la óptima utilización de los medicamentos, los mejores horarios para actividades intelectuales y físicas entre otras.

Toma entonces un sentido científico el viejo refrán: “comer como un rey, almorzar como un príncipe y cenar como un mendigo”.

Lic Perla Manera - Lic Alejandra Volpatti