28 de junio de 2017

Hoy nos toca hablar de las harinas ¿comemos o no comemos?


Se ha instalado una “moda”, de quitar de la alimentación habitual ciertos grupos de alimentos o directamente demonizarlos. Uno de ellos ES el de los cereales y en especial los que tienen GLUTEN. Vemos y escuchamos a influencer, blogueros y artistas contándonos las bonanzas de haber dejado las harinas.

Vamos por partes:

¿Qué es el gluten? es una proteína que se encuentra solamente en el Trigo, Avena, Cebada, Centeno y en todos los productos que lo contengan. Esta proteína al entrar en contacto con el agua, forma una red que es la que le da flexibilidad y elasticidad a la masa.

Hay personas que son alérgicas a ésta proteína (enfermedad celíaca) o son sensibles al gluten. SÓLO el 1 % de la población en Argentina la padece.

Porque no pueden consumirlo quienen padecen la enfermedad? porque les produce un gran daño en la mucosa intestinal, de tal manera que no pueden absorber los nutrientes y el único tratamiento que existe es que coman libre de gluten o como se usa en las redes sociales, glutenfree .

Explicado esto, volvamos a lo que nos convoca:

Muchos eligen comer sin gluten porque creen que así no engordan, que consumir harinas sin gluten es “light” o bajas calorías, que les baja la hinchazón de panza o que se alimentan más saludable. La gente quiere “magia” y la magia no existe.

Por un lado no hay base científica que avale que quitar el gluten, nos mejora la vida y si existen estudios que dicen “atentti” que las harinas que se usan sin gluten -en general son puro hidratos de carbono super absorbibles como las féculas de maiz, mandioca o harinas, sin nada de fibra- y por consiguiente, pueden traer aparejado un incremento de la diabetes, y en muchos casos aumento de peso.

¿Entonces comemos o no comemos harinas y cereales?

Si, no padeces enfermedad celíaca, no hay razones para quitarlas.

En especial consumamos: harinas integrales, panes integrales, arroz integral, granos enteros, cebada perlada, trigo en grano, avena arrollada, maiz, fideos secos (por su bajo índice glucémico) y también podemos ampliar nuestro ”recetario” y mejorar nuestros platos, agregando harinas de legumbres menos consumidas como la de garbanzos, que es buenísima por el aporte de proteínas, o de arvejas, usar pseudocerales como la quinoa, el amaranto , soja, etc.

¿Porqué consumir cereales? por el aporte de vitaminas del complejo B, aporte de fibra y de energía , ya que el cerebro es glucodependiente o hidratodependiente.

El tema es como todo en la vida, no abusar. Evitar las harinas REFINADAS y todo lo que se prepara con ellas, que la mayoría de las veces vienen acompañadas con exceso de grasa, azúcares y sal, comerlas cada tanto. Eso de todos los días desayunar con 3 medialunas, picotear bizcochitos de grasa, almorzar ñoquis, merendar pan blanco con dulce y cenar empanadas o pizza, no es alimentarse saludablemente…

En definitiva la alimentación saludable tiene que ser completa (todos los grupos de alimentos), suficiente, un poco de todo, nada de más. Variada, dentro de cada grupo variar qué comemos, placentera,, sólo los hombres comemos por placer y para socializar. Sostenible en el tiempo y respetar las tradiciones y constumbres de cada uno de nosotros.

Lic. Alejandra Volpatti