14 de mayo de 2017

La Alimentación y el Acné: Mitos y realidades


El acné es una enfermedad de la piel que se caracteriza por la aparición de granitos y puntos negros. Se inicia generalmente en la adolescencia debido a los cambios hormonales que hacen que las glándulas sebáceas produzcan y secreten mayor cantidad de grasitud irritando así los poros de la piel y provocando por diversos procesos “puntos negros” que si se inflaman se los conoce como “granitos”.

En las mujeres, los cambios hormonales que ocurren durante el ciclo menstrual, pueden generar que le aparezca acné con mayor facilidad.

¿Tiene que ver la comida con el acné?

* Estudios recientes parecen demostrar que alimentos que elevan rápidamente

la glucemia en la sangre (índice glucémico elevado) empeoran los brotes de acné. Estos son:

Azúcar, zapallo, galleta de arroz, pan blanco, pochoclo, dulces y mermeladas, cereales de desayuno, avena instantánea, melón maduro, papas fritas u horneadas, puré de papas instantáneo, ñoquis, caramelos ácidos, galletitas de agua, galletitas dulces, bebida deportiva Gatorade.

* También el consumo en exceso de lácteos (leche, yogures, quesos) pueden agravar en algunos casos.

* Hay que tener precaución cuando se consumen vitaminas y minerales en forma de pastillas (suplementos) sin indicación médica ya que las vitaminas del grupo B –especialmente la B2 (riboflavina) B6 (piridoxina) B12 (cianocobalamina)- y el magnesio favorecen el acné.

* Si bien no existen aún un consenso establecido, algunos pacientes refieren que alimentos como el chocolate, pan, y preparaciones como la pizza y las frituras le generan granos. A ellos les recomendamos no consumir estos alimentos pues pueden tener una sensibilidad especial a los mismos

Afortunadamente el tratamiento dermatológico avanzó muchísimo y el acné es una patalogía de solución sin problemas, y si tenés una alimentación saludable el proceso será más rápido.

Lic Perla Manera Lic Alejandra Volpatti